Las primarias en Venezuela: un disparate
Por Manuel Caballero | El Universal
24.04.06 | El titulo de estas notas lo llevaba un artículo mío de hace un cuarto de siglo: no es pues de ahora mi oposición a ese mecanismo, ni mi opinión sobre las elecciones primarias como un disparate. Cierto, hay una diferencia fundamental: en aquel entonces era una añagaza de los grupos de la ultraizquierda que apoyaban a José Vicente Rangel para caerle en cayapa a Teodoro Petkoff y evitar que fuese candidato. Pena inútil: Rangel, que había jurado por todos los dioses que jamás de los jamases sería candidato de otro partido que no fuese el MAS, al ver que ese partido lanzaba a Teodoro, se fue con sus enemigos y Petkoff le dio una paliza, sacándole cincuenta y seis mil votos de ventaja.
Hoy la proposición la hace una organización tan seria como Súmate, cuya gente no tiene interés ni tampoco necesidad de andarse metiendo en trucos de feria aldeana.
Miles de amigos. Y Teodoro apenas esta semana aceptó una candidatura que miles de sus amigos le impusieron por todo el país. No sé cuál sea su posición en relación con estas primarias propuestas por la gente deSúmate, pero de una cosa estoy seguro, y es que no se le ocurriría acusar a esa organización de estarle tendiendo una trampa: José Vicente Rangel, Guillermo García Ponce y otros saltimbanquis de la ultra son ahora palafreneros del Héroe del Museo Militar.
Pero con todas esas muy evidentes diferencias, mi posición frente a ese mecanismo sigue siendo la misma. Con el agravante de que estamos bajo un régimen militarista, que hoy nos manda gente sin escrúpulos, que ha proclamado sin tapujos que no dejará el poder por las buenas y que su jefe se quedará en Miraflores hasta el 2031, si es que todavía existe Venezuela, si esta pandilla depredadora no ha triunfado al fin en su criminal empeño de destruirla. Y esa banda criminal no va a contemplar pasiva un evento de ese tipo.
Yo no dudo ni un momento de la palabra de María Corina Machado cuando asegura que la logística para realizar esas primarias existe, que su organización la tiene a punto.
Mirandose el ombligo. Pero ese no es el problema, sino que durante varias semanas los candidatos de la oposición van a estarse mirando los respectivos ombligos, cuadrando los votos de sus convencidos para ver quién, al final, le va a poner el cascabel al gato; en vez de andar recorriendo el país para convencer (amén de los cuatro millones que, según el propio gobierno, forman la oposición ¿dura¿), a los abstencionistas y a los chavistas desencantados, que se puede vencer en las urnas al gobierno, y a endurecer el músculo popular para echarlo a puntapiés (propinados en el exacto sitio donde la espalda cambia de nombre) si su locatario actual intenta quedarse fraudulentamente en Miraflores.
Pero no es sólo eso: ya conocemos la falta de escrúpulo de esa banda que para desgracia de este país se ha enseñoreado hace ya un septenio. Al no ser primarias internas donde se puede controlar en el fichero la real pertenencia al partido de los votantes, ¿qué de raro tendría que en la SS (Sala Situacional) se decida mandar a votar a unos cuantos boinacolorá para inclinar la balanza hacia el candidato que se piense más fácil de vencer?
A uno de los suyos. ¿Qué de raro tendría que envíen a uno de los suyos de pareja calaña, a Lina Ron, a Luis Tascón, a Velásquez Alvaray o a José Vicente Rangel a inscribirse como candidatos de la oposición? ¿O al Primer Papá de la República para sacarlo del tremedal de la ladronería barinesa? ¿O al mismísimo Héroe del Museo Militar? ¿Exageración, caricatura? Nada de eso: en la República Dominicana, otro Padre de la Patria Nueva se lanzó como ¡candidato de la oposición! a su propio gobierno. Allá también entonces pululaban los jorgerodríguez profesionales de la delación y de la trampa electoral.
No, amigos, no estamos en EEUU, donde una democracia asentada en una larga tradición puede darse el lujo de elegir un candidato de partido en elecciones primarias en las cuales incluso en algunos estados votan miembros del partido rival. Aquí ¿de dónde va a sacar dinero la oposición para organizar dos campañas sucesivas? Las primarias se hacen para elegir un candidato. Aquí necesitamos algo más que un candidato: necesitamos un líder que sea capaz de embraguetarse para pelear por su victoria con las uñas y los dientes. Y ese líder no se elige en primarias: se muestra en la pelea, y lo avala su biografía.
PD: Terminado este artículo, veo que José Vicente Rangel saluda con entusiasmo unas posibles primarias de la oposición ¿Quieren más argumentos?