Tony Blair abandonará la jefatura del gobierno inglés
Por Andrés Mejía Vergnaud
* EL ADIÓS POLÍTICO DE UN GRAN HOMBRE: por causa de los decepcionantes resultados que obtuvo el Partido Laborista británico en la recientes elecciones locales, es casi seguro que Tony Blair abandonará la jefatura de gobierno. Inicialmente, sus declaraciones han dado a entender que esta decisión se hará efectiva dentro de un año, y que tratará de convencer a su partido de nombrar a Gordon Brown, secretario del tesoro, como su sucesor. Al irse Blair, se va uno de los más admirables líderes políticos de la actual escena mundial. Sin duda, el mayor mérito de Blair fue la modernización del Partido Laborista, de la cual él fue líder, y de la cual seguramente actuará como defensor tan pronto abandone el gobierno. El Partido Laborista británico era una agrupación política anticuada, que proponía la "nacionalización de los medios de producción". De hecho, después de la Segunda Guerra Mundial, el laborismo llevó al poder estas tesis, las cuales luego, por el ambiente de ideas, se convirtieron en una suerte de consenso nacional. Como resultado, las "cumbres de poder" (commanding heights) de la economía británica, es decir, los sectores económicos más importantes, fueron nacionalizados. Inglaterra entró en una espiral económica de descenso y atraso, de la cual sólo saldría en los años ochenta, gracias al liderazgo de Margareth Thatcher y su gobierno. Luego, Blair y sus compañeros lograron formar un grupo renovador dentro del Partido Laborista, el cual fue conocido como "Nuevo Laborismo" (New Labour); este grupo hizo suya la agenda de liberalización económica del Partido Conservador, consiguió el poder, y la ejecutó de manera sabia. Fue tanto el éxito de este enfoque, que por un buen tiempo el Partido Conservador quedó sumido en la desorientación, pues su propia agenda estaba siendo ejecutada por sus rivales. Blair, líder carismático y dinámico, modernizó a su partido, para que este continuara con la modernización de Inglaterra. Hoy, los vientos de la política hacen que deba dejar su cargo, pero no cabe duda de que la historia recordará su liderazgo.
* HABLANDO DE MODERNIZACIÓN...: Al igual que Blair, otros líderes como Felipe Gonzáles, Bill Clinton y Fernando Enrique Cardoso, han sabido interpretar las lecciones de la historia y han modernizado sus agrupaciones políticas. Puede uno preguntarse: ¿será que al Partido Liberal colombiano le llegará algún día su Tony Blair? La verdad es que las encuestas presagian muy malos resultados para el Partido Liberal en la elección presidencial que se acerca, y su desempeño en la pasada elección parlamentaria fue muy decepcionante. Tal vez, esta debacle electoral sea necesaria para que el sector que hasta ahora ha controlado el partido ceda el paso a la renovación y a la modernización. Dicha renovación tendría que empezar por examinar la artificiosa afiliación del Partido Liberal a la Internacional Socialista. Es evidente que esto no le ha traído réditos al partido en cuanto a favor popular. Es más, creo que las bases liberales nunca han entendido del todo por qué se hizo esto y qué significa; de hecho, la inclusión del puño con la rosa en los símbolos del partido nunca pegó, como se dice por acá.
* MIENTRAS LA CASA SE DERRUMBA: en su gira por Europa, Hugo Chávez ha seguido haciendo aquello para lo cual parece estar mejor calificado: vociferar. Ha vociferado contra los yanquis, contra el TLC, en favor de Irán, etc., etc. Y mientras tanto, las cosas no parecen ir muy bien en Venezuela. Hace relativamente poco, los izquierdistas criollos se regocijaron por causa de un informe de la Cepal el cual, al parecer, decía que la pobreza está bajando en Venezuela. Y es apenas lógico. Los programas asistenciales directos, como las misiones médicas, reducen algunos indicadores de pobreza. Lo cual no significa que la pobreza se esté reduciendo, ni que la gente deje de ser pobre, ni que se estén siguiendo las políticas que en el largo plazo podrían llevar a la erradicación de la pobreza o su reducción a niveles muy bajos. Ni siquiera la riqueza petrolera está manejándose bien. De hecho, ya se ha sabido que la producción venezolana está en niveles bajos causados por la ineficiencia, e incluso algunos medios han informado que dicho país ha tenido que comprar petróleo en el exterior para cumplir con sus compromisos. Un informe especial, publicado la semana pasada por el Financial Times de Londres, pone en evidencia los problemas interiores del país. Habla el informe, por ejemplo, de los tan cacareados programas de vivienda popular de Chávez, que en 2005 sólo pudieron cumplir con el 34% de sus metas. ¿Cómo responde Chávez a esto? Promete construir 150.000 viviendas en 2006, de las cuales, en los ya cuatro meses corridos, sólo se han construido 17.400. Y eso que no tiene problemas financieros. Los investigadores del Financial Times se muestran también confundidos por las cifras oficiales de pobreza, las cuales alcanzaron el 53% a finales de 2004, pero, luego de que el gobierno metió la mano (que allá es un puño de hierro), la cifra bajó milagrosamente a 39.5% a mediados de 2005. Al parecer, estos investigadores encontraron también un fenómeno incipiente que tarde o temprano se iba a presentar, pues nadie puede vivir por siempre de promesas y discursos. Al parecer, encontraron muchos simpatizantes chavistas que están empezando a desilusionarse, pues al cabo de varios años su situación sigue igual o peor. Las promesas que les hacen cuando van a suplicar a Miraflores no se han cumplido. Ahora bien, tomará mucho tiempo antes de que estos sentimientos puedan traducirse en una reducción drástica del apoyo a Chávez, en especial cuando se deteriora el panorama político.
Andrés Mejía Vergnaud - Director Ejecutivo del Instituto Libertad y Progreso - ILP
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