Venezuela: Democracia Filibustera
Por Carlos R. Alvarado Grimán
Isla de Margarita, 5 de mayo de 2006 | Cuando los venezolanos votamos por el Presidente Chávez, entre otras razones lo hicimos para sustituir una forma de gobierno anacrónica, cuyas estructuras y mecanismos para el ejercicio de la democracia relegaban al ciudadano al rol de simples espectadores de los actos de gobierno que afectaban las vidas de todos. Hicimos nuestra la acepción de democracia participativa y las reglas para la toma de decisiones colectivas, en el que el Estado propiciaría la más amplia participación posible del pueblo.
Sin embargo, el portazo de la realidad nos ha golpeado fuertemente en nuestras narices. Los ciudadanos no somos consultados sobre casi ninguno de los aspectos que afectan a nuestras comunidades y mucho menos al país. Los ejemplos sobran: El socialismo del siglo XXI como nuevo paradigma socioeconómico; la constitución de las empresas mixtas, para la explotación del negocio petrolero en sustitución de los convenios operativos; la incorporación al MERCOSUR; la salida de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones; el abandono de la orimulsión como fuente para la producción de energía; la construcción del gasoducto hacia el sur; limitaciones en el uso de la propiedad privada; el establecimiento de los salarios mínimos, etc., etc., etc.
Hoy por hoy, cuando las líneas que trazan las divisiones de los poderes son tan tenues e imperceptibles como para controlarse mutuamente, se hace imprescindible una mayor intervención de las organizaciones sociales, para dinamizar y activar métodos de control y cooperación en temas relevantes para el país nacional. Además se debe intensificar el uso de los mecanismos de consulta establecidos en la Constitución e impulsar otras formas de participación que: permitan a los ciudadanos organizados inmiscuirse más profundamente en los procesos legislativos, así como en las actuaciones y decisiones trascendentales del poder ejecutivo.
Entremos de una vez y sin limitaciones en la era de la democracia participativa y dejemos en el pasado la democracia filibustera.
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