Lula Da Silva: persona non grata
por Antonio Sánchez García | Webarticulista.net
Lunes, 12 diciembre 2005 | En un acto de intolerable intromisión en los asuntos internos de nuestro país Lula da Silva, el ex líder sindical trotskista encumbrado a la presidencia del Brasil y afortunadamente pronto a dejar el mando - según refieren todas las encuestas -, se ha permitido calificar a la oposición venezolana de golpista. Y en un gesto de franca agresión contra nuestra máxima organización empresarial, FEDECÁMARAS, la ha culpado de protagonizar y dirigir un golpe de estado en nuestro país, suscribiendo de ese modo las tesis del teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías, el único golpista reo y confeso de la historia venezolana en los últimos cuarenta años.
Confirma con ello el siniestro papel que jugara durante la celebración del Referéndum Revocatorio del 15 de agosto de 2004, cuando su embajador ante la OEA y jefe de la misión de dicha organización en Caracas sirviera de caballo de Troya del chavismo al imponer unilateral y aviesamente la legitimación de un acto fraudulento. Una traición a la democracia y a los demócratas venezolanos que convirtieran a Lula da Silva desde entonces en persona non grata para la inmensa mayoría democrática y opositora nacional.
No contento con tal inaceptable intromisión, pretende con este artilugio descalificar a la propia oposición democrática brasileña y al empresariado de esa importante nación. Juega con fuego al seguir el guión escrito por un autócrata despótico y desestabilizador como su camarada Hugo Chávez. ¿Agradece con ello algunos favores, como el posible financiamiento de su campaña presidencial por parte del chavismo venezolano? ¿Comienza a ponerse el parche antes de la herida que le cause muy posiblemente la derrota electoral que se le avecina, sacándolo de una presidencia tan inmerecida como la que colocara en el poder a su par venezolano?
Para los demócratas venezolanos, Lula y su partido fueron, son y serán siempre persona non grata. Así no falten entre nosotros quienes quieran arrimar sus sardinas a la supuesta nueva izquierda luliana. No lograrán sus propósitos.
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