Hugo Chavez pide perdón...
Editorial | Soberanía.org
¡He mentido!
08.10.05 | Señor, fuiste testigo de excepción aquel memorable día 11 del mes 11 de 1999 (¡qué pavosos son los 11 para mi!) cuando le prometí públicamente a la comunidad indígena Barí Saimadoyi que: "Se revisarán las concesiones carboníferas concedidas por gobiernos anteriores y aquellas que amenacen el equilibrio ecológico serán rescindidas porque no podemos permitir que se destruya la Sierra de Perijá".
Cinco años después, Señor, yo mismo he autorizado que la compañía brasileña Vale do Rio Doce comience a explotar carbón a partir de enero (¿11?) de 2006. Sé que hice mal, Señor, muchos indígenas enfermarán, centenares tendrán que desplazarce, miles morirán, habrá gran contaminación, muerte y desolación en ríos, fauna y vegetación. Le he mentido y fallado a mi gente, Señor, a mis hermanos de sangre: los indígenas.
Voy a quedar como un gran mentiroso, Señor, cuando además se sepa que también en el año 1997, cuando yo era verdaderamente revolucionario y todo el país había depositado sus esperanzas en mí, difundimos públicamente un comunicado a nombre del MBR 200, que textualmente decía:
"Los Bolivarianos en Defensa de la Sierra de Perijá. El MBR 200 llama al pueblo zuliano a poner resistencia a los planes de CORPOZULIA y la AGENDA VENEZUELA que pretenden destruir el ecosistema montañoso de la SIERRA DE PERIJÁ para extraer carbón, petróleo y otros minerales y seguir favoreciendo el enriquecimiento de las transnacionales, la burguesía vende Patria y los Políticos corruptos de este país a costa de la destrucción de la naturaleza, la expulsión de las comunidades indígenas y la salud de los venezolanos (.) El MBR 200 te invita a participar en la toma de Corpozulia promovida por el Frente de Defensa de la Sierra de Perijá".
¿Ahora entiendes en el berenjenal en que estoy metido, Señor? No tengo salida, estoy "fuñío" como decimos en criollo. Está en juego mi imagen internacional, mi credibilidad y mi liderazgo continental. Dirán que soy un farsante, un mentiroso... que no soy revolucionario.
Para colmo, Señor, un tal Lusbi Portillo y un tal Leocenis García (con esos nombres tenían que ser maracuchos), junto con una representación de 4 etnias indígenas de la Sierra de Perijá, amenazan con venir a Caracas el 11 (¿otro 11?) de octubre para hacer una pequeña marcha de protesta y luego una rueda de prensa ante los medios nacionales e internacionales, para denunciar la futura catástrofe de la cual, ante la historia, yo seré el único responsable. Pero ese sería el mal menor...
¿Sabes lo que más me dolería, Señor? Que mi propio pueblo, el que me restituyó aquel glorioso 13 de abril de 2002, al saber la verdad sobre mi contradictoria y apátrida conducta, me mandase a enrollar mi prédica revolucionaria bien enrollada y que me la metiera en... el bolsillo.
¡Señor, perdoname, pero no permitas que lleguen los indígenas a Caracas el día 11 de octubre!
(Faltan 3 días)
send this article to a friend >>