Los Elegidos
Víctor Maldonado C.* | Soberania.org | 20/09/05
Querida Dayana, Esta vez también te quedaste fuera. Ayer en la tarde fueron presentados los que van a ser los representantes de la revolución en la Asamblea Nacional, y no vi tu nombre. Yo sé que tú estabas en el Teresa Carreño, porque de cuando en cuando la cámara se compadecía de la galería y te enfocaba. Allí estabas mi negra, como siempre, fogosa y emocionada, perfectamente vestida del rojo ceremonial y agitando esa bandera que combina tan bien con tu piel. ¿Cuántos días habrás visto pasar desde esa silla? ¿Cuántos discursos habrás tenido que oír?.
Yo sé mejor que nadie que tu esperabas que tanta lealtad fuese recompensada. Allá en el barrio nadie mejor que tú para organizar el movimiento. Y todas las misiones han podido ser montadas cerro adentro porque tú te calaste todo el operativo encima. Más de un plato de comida te has quitado de la boca para mantener la dignidad del pueblo venezolano y la barriga llena de los médicos cubanos. Yo sé que tú aspiraste con fuerza. Que cuando te exigieron las firmas, tú las llevaste. Que cuando tuviste que demostrar tu activismo, llenaste la casa del partido de fotos, entradas, boletos y franelas. Tú me ibas contando todo, y más de una sonrisa de las tuyas me conmovió.
Ahora te puedo decir claramente lo que tú ya sabes. Para este proceso sólo eres carne de cañón. Amalgama de cuerpos que se ven bonitos al fondo. El aplauso necesario e incondicional que se ha convertido en la droga que alimenta la megalomanía insaciable del presidente. Yo espero que hayas comprendido bien claro el mensaje, después de ver frustradas tus ansias de dirigente política en las municipales, y ahora en las legislativas. Para este gobierno eres un dato residual, que se tiene que conformar con el goteo, cada día más escaso de beneficios. Pero desengáñate de una vez. Lo que nunca va a gotear hacia abajo es el poder. Ese se va a quedar arriba. El poder no va a salir nunca del grupo de elegidos. Convéncete que no te llamas Ameliach, Rangel, Maduro o Varela. Tu apellido es más rústico. Tu nombre más elemental.
Date cuenta. El poder se los repartieron entre ellos. ¿Sabes cuantas mujeres encabezan las listas? Nada más que tres. ¿Sabes con cuántos puestos se quedó la dirección del partido? Con todos. Entiende Dayana. Para ellos no eres más que un dato, un simple engranaje del que ellos se benefician. Ellos arriba, tú abajo. Ellos cuidaditos, con Toyotas burbujas, telas inglesas, corbatas francesas y licor del bueno, y tú, limpia de bolas, siempre acechada por la delincuencia, las mafias de drogas, los malandros, las lluvias torrenciales, la basura y las enfermedades. ¿No te parece que es una forma muy rara de entender que todo el poder es para el pueblo?
Dime la verdad Dayana. ¿Cómo se organizó la consulta interna?. ¿Pudiste decir algo sobre los elegidos?. ¿Verdad que da rabia que todo, absolutamente todo, lo humano y lo divino sea resuelto por Chávez? Un Chávez cada vez más lejos, más rodeado, más adulado, transformado en un monólogo que se debate entre su persona y sus ganas de más poder?. ¡Hasta cuando me vas a decir que sigues incondicional!. En los ojos se te ven otras verdades, menos comprometidas, más decepcionadas.
Email: [email protected]
send this article to a friend >>