Se dispara el gasto público en Venezuela
Por Casto Ocando | El Nuevo Herald
08.09.05 | Los formidables ingresos petroleros que está recibiendo Venezuela están alimentando un presupuesto nacional con cifras nunca antes alcanzadas, pero a la vez están disparando el gasto público a niveles históricos, con un impacto que, según analistas, será decisivo para la reelección del presidente Hugo Chávez.
Paralelamente al incremento de las reservas internacionales de Venezuela, que esta semana alcanzaron un techo sin precedentes de $32,008 millones, el gasto del gobierno se incrementó en poco menos de 600 por ciento desde que Chávez llegó al poder en 1999, de acuerdo con un informe de la Asamblea Nacional obtenido por El Nuevo Herald.
Sólo en junio pasado, el gobierno venezolano incrementó sus gastos en 21 por ciento, mientras que en el primer semestre de este año la cifra del aumento cerró en 38 por ciento, informó en un reporte el Banco Central de Venezuela (BCV) esta semana. El año pasado, el gasto público ya había aumentado un 61 por ciento.
Expertos afirmaron que para fines de este año el gobierno habrá recibido el doble de los ingresos previstos, cuando el petróleo venezolano alcance un precio promedio de $46, el doble del precio estimado para calcular el actual presupuesto nacional.
El gobierno ha utilizado el superávit presupuestario para impulsar lo que analistas llaman una ''diplomacia petrolera'' con el extranjero, con generosos convenios petroleros y ayudas monetarias a países caribeños y centroamericanos, principalmente a Cuba. Mientras tanto, en el interior del país ha promovido un gigantesco plan social a través de las llamadas misiones, con las que subsidia un ejército de 1.7 millones de pobres.
En una decisión polémica, la mayoría chavista en la Asamblea Nacional aprobó recientemente la modificación de la ley del Banco Central de Venezuela, según la cual se autorizó al gobierno a usar a discreción el ''excedente'' de las reservas internacionales.
Durante la inauguración esta semana del Fondo Nacional de Desarrollo, creado con $6,000 millones de las reservas internacionales bajo el amparo de la nueva legislación, Chávez prometió ''parar el endeudamiento'' e impulsar nuevos proyectos de desarrollo a nivel nacional.
Sin embargo, los críticos del gobierno han llamado la atención sobre el excesivo gasto público, la falta de controles perceptivos y la utilización de estos recursos con fines políticos y electorales.
Para el economista Orlando Ochoa, un consultor independiente de la Universidad de Oxford, Chávez está gastando en las misiones, en la administración del Estado, los programas de compras de armamentos y en los convenios petroleros con países latinoamericanos, ``más dinero del que le está entrando a Venezuela de forma extraordinaria''.
Ochoa dijo que además de servir una deuda externa e interna que se remonta a $43,000 millones, con intereses entre 7 por ciento y 15 por ciento, está financiando una factura petrolera a países latinoamericanos, incluyendo Cuba, por un total de $20,000 millones sin incluir los nuevos convenios.
''Este gasto está obligando al Ministerio de Finanzas a buscar financiamiento alternativo, incrementando paradójicamente la deuda en medio de una bonanza'', indicó Ochoa.
El economista dijo que la lógica de este gasto se encuentra en que ``están quemando todos los recursos para la reelección de Chávez, generando una burbuja de prosperidad y buscando la solidaridad en la región latinoamericana ante un posible conflicto con Estados Unidos''.
Robert Bottome, el presidente de Veneconomía, una firma independiente de análisis, explicó que el aumento del gasto público se inició en septiembre del 2003, ''eminentemente para captar votos'' ante el panorama del referéndum revocatorio de agosto del año pasado.
''Luego que comenzó el gasto, logró que el 60 por ciento de la población viera su administración como buena. Pero ahora la gente se está dando cuenta de que no está quedando dinero para el futuro'', dijo Bottome.
El experto predijo que para los próximos 16 meses, cuando tendrán lugar las elecciones parlamentarias de diciembre próximo, y las presidenciales de diciembre del 2006, ``vamos a ver un derroche de dinero en una escala jamás vista en Venezuela, con el petróleo a $70 y sin ninguna ley que impida que el gobierno siga gastando a manos llenas''.
''El gran problema de estas misiones y proyectos del presidente Chávez es que no tienen control previo ni control posterior del gasto. No hay control de la eficiencia del gasto público actualmente en Venezuela, porque el presidente maneja un presupuesto paralelo centralizado, que no reporta a ninguna institución'', dijo Carlos Berrizbeitia, quien es diputado de la Asamblea Nacional por el opositor Proyecto Venezuela.
Berrizbeitia, que ha realizado un estudio minucioso de los gastos presidenciales, ejemplificó que la anterior administración del presidente Rafael Caldera, con ingresos basados un barril de petróleo a $9, ``construyó el doble de viviendas de interés social de lo que ha construido el gobierno de Chávez en casi siete años''.
''Chávez está comprometiendo el dinero de generaciones de venezolanos. Ninguna democracia en el mundo aguanta a un mandatario manejando a su antojo una cuenta corriente con tanto dinero'', puntualizó Berrizbeitia.
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