Respuesta de un ex-PDVSA al llamado de Hugo Chavez
De alguien con dignidad
Ciudadano Teniente Coronel Hugo Rafael Chavez Frias:
La razón de esta carta es muy sencilla.
Tengo entendido que Ud. y su equipo de gobierno no está logrando manejar la principal empresa del país.
De Ud. lo entiendo ya que no es su área, pero Ud. colocó a personajes de su confianza que por lo que vemos tampoco saben manejar esa empresa.
¿Ud. nos ha enviado a llamar?.
Eso es bueno, muy bueno, porque ahora se acuerda de lo que vale lo bueno, el talento y es así que "No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos".
¿Nos ha mandado a llamar?.
Esto lo se por unas supuestas reuniones ocurridas en algunos lugares del país con un supuesto colega suyo, un General Luis Mata, pidiendo el reenganche de nosotros, tratando de convencernos, a los que fueron trabajadores de esa empresa antes de Enero de 2003; empresa petrolera de clase mundial, con ética, eficiente, moderna y ágil para estos tiempos, y con sus espacios para mejoras por supuesto.
Ud. mismo ya se ha convencido que esos atributos no son los de la empresa petrolera actual, que hoy día le entrega a ciegas sus ingresos.
No puedo sino sentir lástima al conocer por todos los medios nacionales e internacionales el nivel tan elevado de corrupción y necropsis que opera en lo que fuese una de las primeras empresas gerenciadas con alto nivel profesional.
¿Ud. me ha llamado?
¿Ud. quiere que yo regrese?
¿Ud. cree que yo voy a regresar?
Le explico:
PDVSA ya no existe. (Por cierto, le recomiendo que aproveche y le cambie el nombre, ¡está en su momento bomba para ello!)
Por lo tanto, no puedo regresar a una empresa que ya no existe.
¡No!, ¡no puedo!.
¿Y a dónde voy a trabajar?, ¿Con quién?, ¿Quién me pagará?, ¿Quién me evaluará?
¿Cómo dice?
¿Que todavía existen algunas instalaciones con gente?
Sí, ¡está bien!, algunas instalaciones quedan por ahí, con algunos empleados, que por cierto ahora están siendo entrenados, según sus instrucciones, para convertirse en reservistas y milicias, por si acaso vienen a quitarnos el oro negro.
No me pida que regrese.
No insista, ni trate de convencerme de que en PDVSA todavía queda algo.
Como Ud. se imagina, que si ese fuese el caso, yo pueda regresar junto a los patriotas que estarán vigilando cada movimiento de ojos, cada tecla de mi computadora y cada llamada a celular que realice.
¿Ud. se imagina como será el proceso de inducción a este empleado "regresado"?, ¡La bienvenida que me harán!.
¿Ud. se imagina esa relación tan simbiótica entre actuales empleados y los reintegrados?.
Podría hacer peligrar las operaciones críticas y las no tan críticas.
Bueno, espero comprenda mis humildes razones.
Aproveche que está por La Habana con nuevas oficinas y trate de abrir una de "Head Hunters" para captar a los petroleros cubanos, ¡los entrena y voilá !
Un viejo refrán muy sabio dice: "Zapatero a tus zapatos"
Es decir, Ud. debió dedicarse a su carrera militar y dejarse de manejar un país muy complejo, el cuál Ud. nunca pudo ni podrá gobernar y menos aún con un equipo de gobierno que lo ha rodeado y mantenido por intereses personales de poder y económicos. Desengáñese, sus colegas no quieren a Venezuela ni entienden su proyecto político. Esos colegas suyos sólo desean su bienestar actual y prepararse para su retiro futuro, y Ud. les brinda la oportunidad.
Aquí estoy y aquí sigo, pero yo no regreso.
Me convertiría en cómplice de la empresa más corrupta del planeta.
Con legítimo orgullo por mis principios quiero decirle muy respetuosamente:
¡Ni un paso atrás!
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