Manuel Isidro Molina: "yo no siento obligación moral de pedir excusas a nadie".
Tomado de VTV
10.11.04 - El Periodista que sorprendió al país al publicar que el militar disidente Silvino Bustillos habría fallecido por supuestas torturas, admitió en el programa La Hojilla que fue sorprendido en su buena fe por una aparente manipulación de la propia fuente de donde tomó la información, luego que el “muerto” apareciera vivo y sano en Valencia.
Caracas, noviembre 9 (VTV) / “Si yo he sido víctima de una trastada, que me habían puesto un peine, si ocurrió así, yo no siento obligación moral de pedir excusas a nadie…”
De esta manera el periodista Manuel Isidro Molina se presentó a Venezolana de Televisión y a través del programa La Hojilla resumió su sentimiento ante el revuelo ocasionado por la falsa información que publicó en una columna en el Semanario La Razón, el pasado fin de semana, donde daba cuenta de la muerte del militar disidente a manos de presuntos funcionarios gubernamentales, según una de sus fuentes vinculadas con la Agencia de Espionaje de EEUU (CIA).
“Vengo aquí para asumir mi responsabilidad. Yo tuve esa información el relato es auténtico. Yo lo suscribo. Valoré o sobrevaloré la fuente que hasta ese momento me generaba confianza. En la propia columna de La Razón digo que deseo que esa hipótesis sea desmentida por los hechos. Si esto es producto de una manipulación la responsabilidad es de otros….”
Explicó que este martes, en horas de la tarde, recibió una llamada del coronel Hidalgo Valero quien le señala que “hay una lucecita que Silvino está con vida”, y le informa que un familiar está viajando al centro del país para reunirse con el militar retirado, quien es disidente y opositor al gobierno nacional y dirigente del llamado “Bloque Democrático”. “Le pregunté si me podía decir en una escala de 1 al 10 cuál era la certeza de que estaba vivo y me dijo 10”. Molina señaló que a partir de ese momento decidió dar a conocer esa nueva versión, que le fue confirmada posteriormente por el propio Hidalgo Valero.
“Y las conclusiones que tiene que sacarse en lo que a mí respecta, en los próximos días haré un análisis en el semanario. Por supuesto que hubo una manipulación desde la fuente, sin duda. Pero la información, lo digo con honestidad, era tan sólida hasta la mañana del sábado. Yo estoy desde el martes hasta el sábado y contrariando la fuente y me asegura inclusive la noche del sábado, otra vez me aseguraron que había fallecido y que no sabían qué hacer con el cadáver….”
Recalcó que esa versión le fue ratificada ayer en la mañana (lunes) por otra fuente vinculada a oficiales de la Fuerza Armada Nacional, pero ante la evidente falsedad de las mismas y ante la posibilidad de haber sido víctima de una posible manipulación sentenció que no tenía “más responsabilidad que ésta que estoy dando. No tengo vinculación con el Bloque Democrático ni con la Coordinadora Democrática. A mí buena parte del país me conoce..En el fondo creo que humanamente hay que felicitarse porque apareció Silvino Bustillos. ..”
“Ahora, Bustillos tendrá que dar su explicación. Una explicación coherente ante el país, su familia, ante mí…porque realmente esa información no me llegó por vía del Bloque Democrático. Esos son los hechos y reitero asumo la responsabilidad. ¡No siento peso moral ni siento culpa por alguna bajeza…!”
El periodista recordó que en el pasado las desapariciones de las figuras políticas terminaban con la muerte de éstos, citando los casos de Alberto Lovera, Jorge Rodríguez, Aguilar Serrada y otros durante pasados gobiernos, especialmente el de Carlos Andrés Pérez. ¿Cómo pedir pruebas, fotos de cadáveres..?
Informó finalmente que, según otra fuente de su confianza, le aseguraron que fue víctima de una trastada y que le habían puesto un peine. “Si ocurrió así, yo no siento obligación moral de pedir excusas a nadie. Asumo mi responsabilidad, espero mejor que la opinión pública y las autoridades evalúen…”
“Yo lo escribí y lo mantengo…por razones profesionales yo jamás revelaré mi fuente…”-dijo, aunque admitió que esa fuente para él ya se cayó.
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