Un gigantesco fraude en Venezuela que amenaza a todo el continente
Por Cosme Beccar Varela
El fraude de Chavez en el "referendum" del Domingo 15 de Agosto fué descarado. Ha sido cometido por el dictador con la complicidad de la izquierda de todo el mundo, incluyendo la de los EEUU. Vargas Llosa expresa "Gaviria se delata como cómplice de la dictadura". El fraude consumado intenta ser legitimado mediante "una auditoria" sin la oposición y sin ninguna de las garantías que debe tener un acto de esa naturaleza para poder llamarse así. Esta continuación del fraude, en un acto de corte circense, es lamentablemente avalada por la observación internacional sobre cuya conducta se dicen muchas por el mundo. Entretanto el bravo pueblo, dedicido a hacer que la verdad resplandezca, comienza a hacer aparecer enorme cantidad de evidencias que al decir de muchos hará regresar a la OEA. Muchos nos olvidamos como fue la actuación de la OEA en Perú, donde primero aprobaron y luego tuvieron que volver debido a la lucha de los peruanos por su democracia. ¡A seguir el ejemplo que Perú nos dio!
Esto se comprobó estruendosamente con la actuación estelar de Jimmy Carter, ex-presidente de los EEUU de notoria ideologìa "progresista". Viejo, arrugado y perverso, apareció al día siguiente en la TV mundial para "garantizar" la corrección del comicio y exhortar a los venezolanos a acatar el resultado.
Lo hizo de mala fe porque sabe perfectamente que hubo fraude y que lo hubo de muchas maneras, unas anteriores al comicio, otras durante el comicio y otras después del comicio. De casi todas ellas podía enterarse con sólo mirar a su alre! dedor. Pero ya estaba decidido que su presencia en la infeliz Venezuela no tenía otro objetivo que encubrir el fraude y tranquilizar cualquier alarma que pudiera surgir en su país a causa de ello.
Lo cierto es que las grandes Compañías petroleras no necesitaban ser tranquilizadas ("Clarín" 17/8/2004, pag. 19). El "resultado" fué un néctar para ellas. No les interesa ni la felicidad de los venezolanos ni la Justicia. Sólo miran a su negocio, piensan que con Chavez lo tienen asegurado y, por ende, preferìan una victoria suya, aunque fuera fraudulenta, como fué, antes que su derrota y salida del poder con alta probabilidad de que volviera a regir el Derecho.
Andrés Oppenheimer desde Caracas informa que las "encuestas de ´boca de urna´ de organizaciones independientes como ´Súmate´que habian! reconocido el triunfo de Chavez en elecciones anteriores daba! n una vi ctoria a la oposición por 18 puntos. Y después de las 3 de la mañana vino el ´madrugonazo´: Chavez anunció que había ganado por un margen de 16 puntos" ("La Nación", 17/8/2004, pag. 4)
Lo mismo informa "The Wall Street Journal" en un artículo de hoy (que reproduciré en la sección "Correo del Lector", pero en inglés porque no tengo tiempo de traducirlo). El diario norteamericano dice:
"Durante todo el Domingo, encuestas de boca de urna informaban que el voto a favor de remover al Presidente ganaba por un margen de 16 a 20 puntos. Como lo comunicaron los periodistas del ´Journal´ José de Córdoba y David Lunhow desde Caracas ayer, las encuestadoras Penn, Shoen & Berland y Asociados los datos recogidos en boca urna desde el comienzo del comicio daban un 59% al voto a favor de la remoción de Chavez. Otras numerosas encuestas a lo largo del día mostraban similares resultados".("The Wall Street Journal", 17/8/2004)
"El Cardenal venezolano José Castillo Lar! a, presidente emérito de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano, denunció ayer ´un gigantesco fraude´ en el referendum revocatorio celebrado en Venezuela, aunque dijo que aceptará el resultado de la consulta que ratificó al presidente Hugo Chavez en el poder" ("La Nación", 17/8/2004, pag. 2)
Dejando de lado la espantosa contradicción que contiene la frase, hago notar que el Cardenal denuncia un "gigantesco fraude". Conociendo la blandura del clero, semejante afirmación es extremadamente grave.
"En una entrevista difundida por Radio Vaticano el cardenal venezolano dijo que durante el referendum hubo "compra de votos", entre otras irregularidades...pusieron como escrutadores gente del partido del gobierno...las encuestas de boca de urna daban el 65% a favor de la revocación y sólo entre el 35% y el 40% para el presidente. Un favor comprado con dinero. A la gente pobre le daban el equivalente entre 50 y 60 dólares si votaban por el ´No¨ ! a la revocación y en favor del presidente". ("La Nación", 17/8! /2004, p ag. 2)
Oppenheimer revela una serie de maniobras realizadas por Chavez para obtener votos y escamotear los de sus oponentes. Dice que fué "una combinación de intimidación, uso masivo de fondos gubernamentales para la propaganda oficial y la distribución de 1.600 millones de ingresos petroleros para los pobres, pocas semanas antes de las elecciones.
"Chavez entregó subsidios de 160 dólares por mes a cientos de miles de personas que nunca habían recibido nada concreto de gobierno alguno...
"Asmismo la intimidación fué obvia. En los últimos meses el gobierno de Chavez despidió a miles de trabajadores estatales que habían firmado la petición de 3,4 millones de firmas en la que se solicitaba el referendum del domingo. Y el gobierno instaló 12.000 aparatos para tomar las impresiones digitales en los centros de votación...para crear temores de que el voto no sería secreto".
"El jueves me dí una vuelta por el centro de Caracas y pude ver todo el vecinda! rio cubierto de carteles chavistas y ni siquiera una pancarta de la oposición". La razón de esto es que "cada vez que la oposición pone un cartel le caen a palos los chavistas y quitan los carteles" ("La Nación", 17/8/2004)
Luego las demoras enormes con cualquier excusa; para votar había que esperar hasta 10 horas bajo el sol. Y apra peor, el gobierno cambió el lugar de votación de los habitantes de los barrios opositores obligándolos a trasladarse a muchos kilómetros de distancia.
Y por último, el fraude en las computadoras, para rematar la suerte.
Ya comenté en el nro. 613 como Alfonsin contrató técnicos franceses que organizaron el fraude en las computadoras en 1987. Si eso era posible votando con las tradicionales papeletas que pueden ser contadas y conservadas (sin perjuicio de que pueden ser cambiadas, es claro, pero es más dificil), imagínese lo sencillo que es si se vota electrónicamente. El votante apreta un botón y la máquina puede procesar e! se voto del modo que le ordene un programa que, según el caso,! puede c ambiar su significado y hacer que el resultado final sea siempre el deseado por el programador.
Para colmo, según el reportero de Dow Jones, Charles Roth, la oposición acusó al Consejo Electoral de "no permitir una verificación de los recibos de papel emitidos por las pantallas de votación y tampoco permitió a la oposición presenciar el recuento de esos recibos" ("The Wall Street Journal", loc. cit.)
Pero "tal vez lo más sospechoso es que el gobierno pretende que hubo menos gente votó para remover a Chavez en este comicio secreto que la que firmó el pedido de referendum en el otoño pasado". (ibidem)
Kirchner, Castro, Lula, Mesa y otros congéneres políticos dieron grandes muestras de satisfacción por el éxito del fraude. Se sienten consolidados en sus respectivos planes de izquierda.
C! astro, a quienes muchos daban por un muerto político, se ha convertido otra vez en el "Comandante" y todo el marxismo iberoamericano se siente dueño de la situación. El famoso "derechista" Bush, a quien Chavez acusaba de haber apoyado a sus opositores, no ha demostrado hasta ahora darse cuenta de la gravedad de la situación y de la enormidad de la mentira que se instala delante de sus ojos. Parece decidido a abandonar a Venezuela y a este Continente a su desgracia.
Sería muy de desear que los "buenos argentinos" apoyen a los valientes venezolanos que defienden su Patria (y a todos nosotros) contra la tiranía tramposa y resentida de Chavez. Que lo hagan con sus oraciones a Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela, y con sus demostraciones de repudio.
Es necesario advertir que si este fraude consigue imponerse, es el fin de la "democracia" (si es que alguna vez existió) y de ahora en adelante sólo podrá esperarse imposiciones violentas o fraudulentas co! ntra la Justicia y la libertad. Por lo menos, notifiquemos a l! os estaf adores políticos que el juego ha sido descubierto y que podrán dominarnos por la fuerza y la mentira, pero no convencernos de que tienen el poder legítimamente.
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