Carta abierta a Hugo Chávez
Por Aleksander Boyd
Londres 26/08/04 – Se que eres un tipo campechano Hugo y por ello me tomaré el atrevimiento de tutearte. Quiero comenzar haciendo un briefing de mi persona para que estés claro de por donde vengo. Nací en Caracas en 1969 en una familia clase media de esas que tú te has dado a la tarea de llamar oligarcas, es decir mi madre trabajaba como secretaria y mi padre en una compañía de seguros. En 1978 mis abuelos maternos decidieron retornar al País Vasco, de donde eran oriundos, pues opinaban que la situación en Venezuela no era comparable a la del País Vasco. Imaginate que ya en ese tiempo unas provincias sistemáticamente expuestas a la ira personal de Franco estaban mejor económica, social y políticamente que nuestra querida Venezuela. En fin, allí me llevaron y allí permanecí hasta unos meses después de la muerte de mi madre en 1983.
Regresé a Venezuela a vivir con mi padre, quien había decidido abandonar la vida ajetreada de Caracas e irse al campo a vivir más placidamente y contribuir con el sector agropecuario del país. Por razones que desconozco mi padre se suicidó en 1986 y por ello tomé la decisión de retornar a Caracas a culminar mis estudios de bachiller y labrarme un futuro. Tengo entendido que tu hiciste lo propio desde tu Barinas natal. Así las cosas después de terminar el bachillerato pensé apropiado aventurarme en el criollo ñemeo o rasguñe, i.e. comprar una cosita por aquí y venderla más allá. Si te soy franco no me fue muy bien y ello causo que tuviera que emplearme. He trabajado en muchas cosas. Para mi manutención he tenido que: descargar gandolas; ser vendedor (desde cursos de ingles por hipnopedia hasta herramientas pasando por celulares y antenas parabólicas); mecaniquear motos y carros; trabajar en la minas de diamantes; servir jugos; hacer de guía turístico; ser motorizado; en fin me ha tocado duro y parejo desde los 18 años. No quise ir a la universidad, a pesar de que mi suegro me ofreció en incontables oportunidades el ayudarme mientras estudiaba, por considerar que la educación en Venezuela era una perdida de tiempo. El resultado como imaginaras ha sido una vida plagada de incertidumbres, no obstante no dejo de pensar positivamente y encarar siempre el futuro con ánimos renovados.
Me he ido de Venezuela unas cuantas veces. La primera ya sabes que fue al País Vasco. La segunda fue a las islas del Caribe, mas específicamente a Grenada. Allí aprendí cosas importantes entre ellas ingles. Algo que me llamo muchísimo la atención de esos sitios fue la ausencia de productos venezolanos, ya que dada la cercanía uno se imaginaria que comerciantes criollos harían su agosto, y en moneda dura, por esos lares. También me entere de que Venezuela es el único país de Suramérica que tiene representación diplomática en todas y cada una de las islas. “Que desperdicio” pensé “tantos insumos que se le podrían vender a esta gente y que falten gobierno y comerciantes con la visión y el empuje para emprender esa tarea”. Regrese al rato y el chofer del autobús que me llevo hasta Gato Negro me poncho con el cuento de la debacle del sistema bancario en 1994. “No joda, y después dicen por ahí que Rafael Caldera es un hombre docto y probo” me dije. En 1996 me fui nuevamente, esta vez a Canadá. En esa oportunidad le saqué la chicha al gobierno canadiense y me quedé casi un año como reivindicador de refugio político, tu sabes en estos países dizque avanzados hay chance para todo y para todos. No me gusto el frió y retorné a mi terruño y en eso ganaste la elecciones.
Te comento que me vacilé todos los programas que sobre los candidatos se hicieron relacionados a la contienda presidencial. Gozaba en forma particular con la “Silla Caliente” de Oscar Yanes. Te vi confiado defendiéndote como ‘gato panza arriba’. Supe entonces que ganarías las elecciones puesto que los demás candidatos no tenían esa viveza criolla tuya, aunque Claudio Fermín se lució unas cuantas veces… Recuerdo vividamente que Miguel ‘Paquetico’ Rodríguez fue el único que presento un programa de gobierno bien estructurado y coherente pero también recuerdo haber pensado “por este carajo van a votar su esposa y sus dos hijos…” Una vez anunciado los resultados de las elecciones me mamé tu primer discurso completico. Al día siguiente le comenté a mi hermana que si lograbas hacer un 10 % de lo que habías prometido el país daría un salto gigantesco hacia el desarrollo. ¿Sabes cual fue su respuesta? Me dijo “si viniste a mi casa a hablarme bien de ese huevón vete de aquí; los venezolanos no saben en el peo que se han metido eligiendo a ese golpista”. En estos días me encontré con ella nuevamente -ya ida de Venezuela otra venezolana de gran valía- y al decirle que cuanta razón había tenido con respecto a tu persona, me contestó tranquilamente “yo pitonisa no soy, sencillamente le presté atención a Hugo Chávez el candidato y recuerdo que el dijo claramente -en reiteradas oportunidades- cual era su plan. Lo que pasa es que la gente estaba tan ávida de una nueva voz en la política que no escucharon o no quisieron escuchar”.
En el 2000 ya llevabas dos años en el gobierno y yo uno desempleado. Sin tener contactos ni padrinos ni nada que se le parezca tuve que irme otra vez del país. La primera parada fue los EEUU. No quise quedarme allí de ilegal así que hice una jugada que me salio bien y paré aquí en Londres. Dándome cuenta del tiempo perdido, decidí ponerme a estudiar Geología con la idea de una vez graduado regresar a Venezuela a trabajar en PDVSA. En el ínterin los sucesos del 11 de Abril pusieron de relieve la caótica situación política del país. Me dije “este tipo ha tenido el apoyo de todos los sectores del país y no lo ha aprovechado, por el contrario se le ha ido el tiempo en crear fantasmas y sembrar cizaña entre los venezolanos. Hubiera sido tan fácil capitalizar el momento histórico e invitar a todo el país a pasar en unión tiempos de austeridad y vicisitudes para el bienestar de generaciones venideras… Mas de lo mismo que cagada…” Por lo dicho Hugo me revelé, primeramente de forma silenciosa; no por lo hecho sino por lo no hecho en conjunción con lo deshecho. Luego en el 2002 me enteré que venias a Oxford a dar una charla en un seminario de derechos humanos y ahí decidí tomar un rol mas activo y vociferante en tu contra. Este activismo, por ejemplo, me llevo a descubrir que la 'invitación' que William Pepper te hiciera a exponer tus puntos de vista en Oxford le fue remunerada generosamente ($137.000 para ser exacto) por tu seudo oficina de información en Washington.
En estos casi dos años Hugo te he dado un palo increíble en Internet. Analicemos por un instante mi caso en particular y el fascinante poder de cambio que tu persona genera en otros. Esta computadora desde donde te escribo estas notas la adquirí en Septiembre del 2002. Nunca antes había tenido yo una computadora, pero ese detalle no ha sido impedimento para que me dedicase a tiempo completo a contribuir con el desmontaje de la costosísima campaña mediática que tienes armada en la red. Se que tienes una serie de escritores profesionales asalariados para que rieguen por ahí las bondades de tu revolución. También se que tienes una oficina de propaganda instalada en Washington encargada de permear las estructuras de poder de los EEUU para mantener al Bush apaciguado. Igualmente conozco los guisos que has hecho con las multinacionales petroleras, en detrimento del bienestar económico de nuestra nación, hechos por demás discordantes con tu discurso antagonista para con el capitalismo y lo que el representa. Te invito a que conmines a uno de tus empleados de confianza a que haga una búsqueda en la red de los siguientes términos “Venezuela Hugo Chavez o Hugo Chavez news”. Te sorprendera saber que mi humilde portal, el cual carece de financiamiento oficial, esta mejor ubicado en todos los motores de búsqueda que tus portales de Internet manejados por talentos contratados en dólares. Asumo que no te importa el derroche de dinero, no por ello abandono la idea de informarte que te están robando esos reales. Mi activismo no para allí, funde también una ONG que ya cuenta con mas de 2000 miembros regados en 60 países cuyo efecto multiplicador y de diseminación de información es increíble, ya que muchos de ellos militan en otras organizaciones de venezolanos de otros países. Los venezolanos residenciados en el exterior sienten, casi en su mayoría, un total repudio hacia ti como ha quedado ampliamente demostrado en los resultados recientes del referendo revocatorio. Así pues fíjate lo que la determinación de individuos, hasta ahora apolíticos como yo, puede lograr. ¿Cuentas tu con tal formidable y heterogénea fuerza de voluntarios Hugo? ¿Te imaginas la cantidad de dinero que pudieses destinar a planes sociales si dejases de pagarle a la izquierda mundial y sus vedettes por concepto de diseminación de tu mensaje revolucionario?
Tuve que embarcarme en la aventura de hacerte oposición Hugo, mis principios morales y éticos no me dejaron otra. Como te comenté anteriormente nunca antes estuve involucrado en política. Tuve que tragarme muchas veces palabras de condena y reprobación con respecto a algunas acciones de la Coordinadora Democrática y hoy a escasos días del referendo revocatorio, que tu y yo sabemos que perdiste, oigo tus llamados a la reconciliación y de desconocimiento a la entidad que hasta ahora ha representado a toda una pléyade de sentimientos antagónicos, ideologías y tendencias políticas aglutinados por el mero espíritu de animadversión en tu contra. No represento a partido alguno, soy un simple ciudadano que ha sido privado por ti y tu gobierno de algunos derechos constitucionales contenidos en ese librito azul que te metes en el bolsillo cada vez que vas a montar un show. No puedo permitir bajo ninguna circunstancia que me conviertas con premeditación y alevosía en un ciudadano de quinta categoría en mi propio país. Eso puedo esperar, y tratar de tolerarlo, de ingleses o de canadienses o de españoles, pero de venezolanos ni de vaina. Y por eso me revelé y me sigo revelando y como yo un gentío.
No obstante, haciendo votos de constricción, te tomo la palabra y acepto tu invitación a trabajar por el bienestar del país y de todos sus habitantes. Hiciste un llamado en estos días a la clase media a que se acercaran y descubrieran la naturaleza real de tu revolución. Pues bien Hugo, heme aquí. Convénceme de la benignidad de la finalidad de tu obra; permíteme participar en las arduas tareas que se avecinan; explícame el trasfondo de tus políticas; demuéstrame que tienes sed de justicia y nobles ideales eliminando de forma tajante y definitiva el odio y la incitación a la violencia de tus discursos, castigando ejemplarmente a asesinos y corruptos que azotan nuestra sociedad y así redime y purga tus culpas con nosotros. Te recuerdo que es bien difícil gobernar un país cuando sus residentes se odian entre si y aunque minoría, según los tramposos del CNE, somos mas de tres millones y medio de personas Hugo. Esos millones de personas que se han opuesto a ti han demostrado que no siguen a ningún líder, mucho menos ideologías, los une el deseo ferviente de vivir en paz y armonía. El antagonizarlos mas solamente conducirá a que algunos de ellos se cansen de transitar el camino pacifico y democrático y tomen la determinación de eliminarte físicamente junto a los que te apoyan. Esto acarrearía consecuencias imprevisibles y ciertamente muy dolorosas para todos.
Piensa Hugo, la suerte se ha encargado de iluminarte el sendero. Tienes otra vez la posibilidad de cumplir con la palabra empeñada y hermanar a los venezolanos. Hazlo y asegurate un puesto de honor en nuestra historia. Concluyo con una cita famosa “habla ahora o calla para siempre”.
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