La verdadera historia de Maisanta
Charito Rojas, El Nuevo Pais
Venerado como un héroe libertario por la retorcida historia chavista, Maisanta es el “padrino” de la campaña por el NO. Como tantas otras mentiras de Chávez, la historia desmiente a Chávez sobre su mitificado y supuesto pariente. Esta es la verdadera historia de Maisanta.
Pedro Pérez Delgado, mejor conocido como el Americano o Maisanta, porque lo único que solía decir era: Mai Santa, Mai Santa (Madre Santa), fue en vida un asesino, traidor y segundón de diferentes revolucionarios. A los 12 años mata por la espalda al coronel Padro Macías que le había embarazado a su hermana y huye de su pueblo natal de Ospino, refugiándose en Valencia, en donde se desempeña como un humilde mandadero. En 1898, se une a las tropas del Mocho Hernández. El 16 de abril de 1898 se encuentra en el combate de La Mata Carmelera, cuando una bala artera atraviesa el corazón de Joaquín Crespo. Entre 1901 y 1903 es oficial de tropa en la Revolución Libertadora contra el general Cipriano Castro, que dirige el banquero Manuel Antonio Matos, apoyado por las transnacionales de la época en operación conjunta con las potencias imperialistas que bombardearon el Puerto de La Guaira en 9 de diciembre de 1902 y bloquearon las costas venezolanas.
Cuando Maisanta se da cuenta del inevitable desenlace de las tropas “libertadoras”, decide huir y refugiarse en el pueblo de Sabaneta, Barinas, en donde se dedica a faenas agrícolas hasta el año de 1914 cuando se levanta junto a otros jefes mochistas contra el gobierno del general Juan Vicente Gómez, aprovechando esta situación para asesinar y saquear en los estados Apure y Barinas. En vista de su inminente captura, huye despavorido a refugiarse en las sabanas colombianas. Allá se dedicó a asaltar las lagunas que eran auténticos criaderos de garzas para matarlas y vender sus plumas a los fabricantes. En 1920 se une, nuevamente como segundón, esta vez a las tropas del general Emilio Arévalo Cedeño. Sin embargo, no lo acompaña en su invasión a Ciudad Bolívar, que culmina con la toma de San Antonio de Atabapo y el fusilamiento del temible Tomás Funes en enero de 1921. Muchas son las versiones sobre por qué Maisanta no acompañó a Arévalo Cedeño al enfrentar al tirano de Río Negro. La más lógica es, sin duda alguna, que tuvo miedo, lo cual es fácilmente demostrable porque una vez que regresa Arévalo Cedeño triunfante, se le vuelve a unir.
A comienzos de 1922, como de costumbre, traiciona a los revolucionarios y acepta la amnistía que ofrece el presidente del estado Apure, Hernán Febres Cordero, pero como todo traidor, inmediatamente estable comunicación con el general Francisco Parra Pacheco, que se acababa de levantar contra el general Gómez, pero es apresado y enviado a Ciudad Bolívar. Por orden del propio general Gómez, es trasladado al Castillo Libertador de Puerto Cabello, donde es recluido y engrillado durante dos años, hasta su muerte el 8 de noviembre de 1924.
Como ven, un humilde curriculo digno del Comando que lleva su nombre.
send this article to a friend >>