Hugo Chávez: el adolescente presidente de Venezuela
Por Aleksander Boyd
Londres 20/06/04 – Recuerdo que hace años, en mi atribulada adolescencia, no era yo muy amigo de comer vegetales. Mi padre, quien siempre atacaba mis mañas de forma pragmática, me decía, cuando me negaba a la ingesta de ensaladas, “millones de herbívoros no se pueden equivocar”. Traigo a colación esta anécdota para contrastarla con el igualmente atribulado movimiento político conocido como chavismo, cuya adolescencia de principios e ideología, mas allá de la mera permanencia en el poder para continuar saqueando el patrimonio nacional, es obvia. Han sucedido en las ultimas semanas algunos eventos en Venezuela que evidencian primeramente la falta de destreza política/social del gobierno comandado por Chávez y segundo el despertar de la comunidad internacional al alba gris y poco prometedora de la Revolución Bolivariana.
Ejemplos de las torpezas del régimen abundan, uno de los más notorios es el magnicidio que llevarían a cabo un grupo de jóvenes campesinos colombianos armados con cachitos de la Danubio. Otras muestras del desespero oficialista son las reacciones de altos personeros del gobierno a declaraciones emitidas por entes internacionales sobre la actual situación del país. Así, senadores colombianos, directores de organizaciones internacionales para la defensa de los derechos humanos, parlamentarios europeos y americanos, medios de comunicación y periodistas extranjeros, agrupaciones sindicales de carácter global, sociedad civil y oposición venezolana y observadores en general poseen, según la óptica chavista, un elemento en común: son todos agentes desestabilizadores de la maquinaria imperialista gringa. Al respecto me pregunto, ¿será que no existe ninguna mente cuerda en el chavismo que se detenga un par de minutos a analizar el drástico cambio de percepción que se tiene para con ellos? ¿A nadie se le ocurrirá pensar “millones de herbívoros no pueden estar equivocados”?
Dicen ser objetivo de una campaña feroz de descrédito por parte de los medios de comunicación venezolanos; argumentan ser la mejor representación que existe en la actualidad de democracia participativa; acusan sin cesar al gobierno americano de irrespetar nuestra soberanía y de intervenir en nuestros asuntos. El primer punto es discutible dependiendo de la tendencia política de quien opine. A unos les parece que el constante ataque de los medios al presidente es algo insólito a lo cual hay que poner coto, otros pensamos que alguien que ha hecho del ataque verbal e irrespeto a preceptos legales su forma cotidiana de actuar no puede bajo ninguna circunstancia exigir respeto. En cuanto al experimento de democracia participativa que torpedea a discreción el derecho de participación política de un sector considerable de la ciudadanía, solo basta repetir la celebre frase de Otto Reich “no juzguemos a Chávez por lo que dice sino por lo que hace”. Basado en esa premisa puedo concluir, en lo concerniente al tercer punto, que un gobierno que se ha gastado aproximadamente 15 millardos de Bolívares en lobby en Washington –para convencer de su benignidad a la administración de Bush- y que ha regalado el equivalente a 1 millardo de dólares, por concepto de petróleo enviado a Cuba para ser pagado en largas, cómodas y olvidadizas cuotas, mal puede utilizar el discurso republicano de soberanía y mucho menos el de injerencia. Es por todos conocida la ascensión de Fidel Castro sobre Hugo Chávez, ¿puede alguien señalar otro ejemplo de tal ominoso poder de un gobernante foráneo sobre un presidente venezolano en nuestra historia contemporánea?
El reciente reporte de la organización Human Rights Watch sobre el estado del poder judicial en Venezuela ha causado gran revuelo en las hordas chavistas. Vemos con curiosidad y diversión como el Vicepresidente se ‘rasga’ las vestiduras y acusa a J.M. Vivanco de ser un “un mercenario al servicio de los poderes imperiales”. ¿A que poder servirá José Vicente Rangel? Porque a Venezuela ciertamente no es. Al tiempo que profieren sus acusaciones a Vivanco y defienden la autonomía e independencia del poder judicial vemos como los tres seudo defensores del pueblo (Fiscal General, Contralor y Defensor del Pueblo), una vez mas se extralimitan en sus funciones y acusan a jueces del TSJ de haber violado la Constitución. La falta de dichos jueces fue la de ordenar al CNE agregar el millón de firmas enviadas ilegalmente a reparo a las ya validadas, así como también haber anulado ciertos aspectos del reglamento electoral. Mi entendimiento de las funciones del Poder Ciudadano es la defensa de la ciudadanía. Sin duda la decisión de la sala electoral se fundamentó en el principio del respeto a la constitución y la salvaguarda de los derechos de participación política de ésta. No es esa sin embargo la apreciación de los ‘defensores del pueblo’, ¿a que pueblo defenderán?
El chavismo esta acabado, nunca existió. Lo que ha vivido Venezuela desde 1.998 ha sido un ejemplo burdo de caudillismo populista sin norte, ni definición ideológica que llego montado en un tereque a lomos de una mula oportunista. Por eso le temen al debate abierto sin ambages ¿no es así Gustavo Marquez Marin?, por ello huyen cuando queremos confrontarlos en tribunas internacionales donde no hay cabida a círculos de facinerosos comandados por Bernal o Ron –como sucedió recientemente con Eduardo Daza en Frankfurt- y por esa misma razón andan ahora viendo a ver como se escabullen de los tentáculos de la justicia conversando con Carter y Cisneros. Sea como fuere, los pobres, la sociedad civil venezolana y la comunidad internacional han resuelto atravesar el umbral dizque democrático y participativo del edificio de gobierno y lo que hallaron en el patio interior fue una bacanal donde varios Calígulas mantienen entretenido al narciso Nerón criollo, quien esta convencido de la cualidad salvadora del fuego y por ello esta dispuesto a incendiar el país.
En otro orden de ideas he recibido documentos que evidencian el gasto millonario del gobierno de Hugo Chávez en Washington en firmas de cabildeo y relaciones publicas. Mis escritos al respecto han causado gran malestar a los asalariados defensores del paria, quienes han conminado a conocidos a escribirme mensajes contentivos de amenazas de demandas legales. A ellos les digo que escojan la corte donde estos procesos jurídicos se llevaran a cabo ya que con todo placer asistiré armado nada mas que con los documentos probatorios de sus actividades. Para su desgracia Chávez tan solo da ordenes en castellano, que pena que jueces estadounidenses o ingleses no entiendan…, e Iván Rincón Urdaneta El Justo solo preside una de las salas de ese antro de mafiosos conocido como TSJ en Venezuela. Su ‘pericia legal’ aplica solo a las leyes de Venezuela.
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