La “Zimbabwetización” de Venezuela
Por Jose Luis Cordeiro
Zimbabwe acaba de anunciar su inflación para el año 2003. Aunque los números no son muy confiables, la cifra oficial indica un aumento del 385% en los precios entre enero y diciembre de 2003. Detrás de Zimbabwe está Angola con más del 70%, Myanmar con cerca de 50%, luego viene Haití con casi 40% y después Venezuela con 27%, según las cifras manejadas por el Banco Central de Venezuela para el área metropolitana de Caracas.
Entre cerca de 200 países, Venezuela terminó el 2003 con la quinta mayor inflación del mundo: mejor que Zimbabwe, Angola, Myanmar y Haití, aunque peor que Belarús e Irak. ¡Qué consuelo de tontos: hasta Irak tuvo menos inflación que Venezuela!
Hoy es irónico recordar cuando Jorge Giordani se ufanaba que, entre 2000 y 2001, la inflación había disminuido del 13,4% al 12,3%. Según el entonces ministro de planificación, la reducción de cada punto porcentual de inflación significaba la salida de millones de venezolanos de la pobreza. Ahora habría que preguntarle al ministro resurrecto cuántos millones de venezolanos han pasado a la pobreza con el impresionante aumento de la inflación “controlada”.
Lo más trágico es que la situación está empeorando y no mejorando. Los controles cambiarios han mantenido una aparente estabilidad monetaria, pero la realidad se parece más a una bomba de tiempo esperando explotar.
En febrero pasado, Chávez le dio una copia de la espada de Bolívar al sátrapa de Zimbabwe, Robert Mugabe, “la cual aceptó” y luego dejó caer al suelo. Será interesante ver el final de Mugabe, después de presenciar la caída de su “hermano del alma” Saddam Hussein, para meditar sobre el desenlace venezolano. Mientras tanto, trágicamente, aumentan la inflación y los pobres. En pocas palabras, la “zimbabwetización” —ya que “africanización” se queda pequeña— de Venezuela avanza a paso de vencedores.
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