Comunicado de la Coordinadora Democratica de Venezuela
Caracas 7 de Diciembre del 2003
Hace cinco años el país apostó por un cambio para bien.
El país eligió un nuevo presidente creyendo que él acabaría
con la corrupción política, la delincuencia y el hambre. En un
discurso desde el Ateneo de Caracas hace exactamente cinco años, el 6
de diciembre de 1998, el entonces presidente electo nos prometió a todos
un cambio en democracia, paz y libertad. Poco después, el presidente
cambió ese discurso moderado por uno extremista, y
las promesas de cambio democrático fueron olvidadas para tratar de implantar
una supuesta revolución que no ha traído mejoras para nadie y
que sólo ha pretendido concentrar todos los poderes en un sólo
hombre, un hombre por cierto obsesionado con la figuración, los discursos
y la pantalla.
Cinco años después el país tiene derecho a preguntarse:
¿Dónde esta el "Eje Orinoco-Apure"? ¿Dónde
están las nuevas casas y los nuevos empleos prometidos a los damnificados
de Vargas? ¿Existe acaso la ciudad de los "niños de la patria"
en Los Caracas? ¿Funciona, sin que nos hayamos dado cuenta, una universidad
popular en Miraflores? ¿Cuántas familias se han bañado
ya en la piscina con olas que supuestamente queda en La Carlota? Quien se ha
beneficiado con los 13 planes de empleo que ha anunciado este gobierno? ¿Que
pasó con los programas de habilitación de barrios, con las "viviendas
progresivas" y con la "construcción de ciudadanía como
eje de la construcción de viviendas"?
Nada de eso ha ocurrido en los últimos cinco años. Por el contrario,
lo que sí ocurrió es que durante ese tiempo este gobierno eliminó
el Plan de Alimentación Materno Infantil, PAMI; Eliminó la Beca
Láctea y la Beca de Cereales; Redujo drásticamente el Programa
Alimentario Escolar, el Programa de Dotación de Útiles Escolares
y los Multihogares de Cuidado Diario, y a cambio de todos esos programas el
gobierno nos regaló un antro de corrupción e ineficacia llamado
Fondo Único Social. Por lo que el gobierno dijo que iba a hacer y no
hizo, y por lo que hizo sin haberlo advertido antes, estos han sido cinco años
de embarques, cinco años de irrespeto al pueblo, cinco años de
burla, de manipulación y traición a las esperanzas de los venezolanos
y en especial de los más pobres.
Por eso. Porque hace 5 años el país quería un cambio, porque
ese cambio aun no se ha producido, y porque cinco años es el tiempo justo
que los venezolanos le damos a los gobiernos para que cumplan sus promesas,
es que el pueblo se ha unido para revocar el mandato al régimen. Los
venezolanos seguimos queriendo y buscando el cambio que necesitamos. Este gobierno
representa lo peor del pasado y toda la incapacidad, corrupción y violencia
del presente. Y este país no quiere ni el presente ni el pasado, sino
que apuesta al cambio que hace cinco años nos prometieron y no cumplieron:
Un cambio en paz, democracia y libertad. Hacia eso vamos, usando como instrumento
el ejercicio de un derecho constitucional: la activación del Referendo
Revocatorio.
Para activar el Revocatorio, el pueblo reunió más de 3,6 millones
de firmas, un millón doscientas mil firmas más de lo que exige
la Ley. Si el gobierno, que es quien tiene la capacidad técnica y legal
de emitir cédulas de identidad, hizo mal uso de esa capacidad para poner
a firmar indebidamente a unos cuantos de sus activistas con el propósito
de descalificar a todos los firmantes, NO LO LOGRARÁN; Si el gobierno,
que desde hace meses tiene una operación de manipulación de extranjeros
con una DIEX paralela que ha sido denunciada públicamente hasta la saciedad,
ha utilizado a personas extranjeras para ponerlas a firmar con el objetivo de
descalificar así al conjunto de los firmantes, repetimos que NO LO LOGRARÁN:
Justamente para eso esta el período de transcripción, verificación
y validación de las firmas. Será esa labor del árbitro
electoral la que permitirá detectar tanto los errores legítimos
que algún ciudadano pueda haber cometido, como las trampas que con intención
descalificadora haya introducido el oficialismo. Unos y otros serán descartados
por el trabajo que harán los técnicos del CNE con la ya aceptada
participación de los observadores internacionales, y una vez eliminado
ese "margen de error", que de acuerdo a nuestros controles nunca será
superior al 5 o 7 %, quedará claro ante el país y ante el mundo
la solidez de un hecho fundamental: MUCHAS, MUCHÍSIMAS MAS FIRMAS QUE
AQUELLAS QUE EXIGE LA LEY ESTAN DEMANDANDO LA ACTIVACION DEL REFERENDO REVOCATORIO.
Por último, queremos dirigirnos al pueblo chavista, a ese porcentaje
minoritario pero absolutamente respetable del pueblo venezolano. Queremos decirles
que el país sabe diferenciar entre ese sector del pueblo y las cúpulas
corruptas y violentas del oficialismo. El mundo entero presenció como
ese sector del pueblo se comportó de manera cívica y pacífica
durante la primera jornada de recolección de firmas, y también
el país vio como los observadores y testigos del oficialismo en el Reafirmazo
supieron defender sus posiciones políticas de manera civilizada y democrática.
A ellos queremos decirles que NO LOS CONFUNDIREMOS con los vándalos que
son capaces de decapitar imágenes de la Virgen María en una plaza
pública. NO CONFUNDIREMOS a ese sector del pueblo con los asalariados
de la violencia, ni con los aduladores del régimen. Por el contrario,
con ese sector del pueblo nos pondremos de acuerdo para construir entre todos,
después de la victoria democrática en el referendo revocatorio,
un país reconciliado y unido, en el que quepamos todos y en el que todos
podamos progresar.
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